REINO UNIDO BOOKTRUST (BOOKSTAR)
Es un programa institucionalizado en el Reino Unido del que debemos
aprender. BookTrust
transforma vidas mediante la lectura de niños y familias y es la es la mayor donacióm
de lectura en el Reino Unido. Éste programa trabaja
para inspirar un amor por la lectura en los niños asumiendo decididamente que
la lectura puede transformar vidas. Se entregan anualmente más de
dos millones de libros cuidadosamente seleccionados a los
niños en todo el Reino Unido. Cada familia recibe un libro de BookTrust
en el primer año de su bebé. “Bookstart”,
uno de los programas del Bookstrust
comenzó en la ciudad de Birmingham como una iniciativa de los profesores Barrie Wade y Maggie
Moore para incentivar la lectura y la integración cultural en los bebés hijos
de inmigrantes. Las conclusiones e investigaciones del programa han definido lo que queremos escuchar: leerles a los niños antes de los cinco años les potencia en sus vidas y en su rol cuando son escolares. http://www.booktrust.org.uk/
EL CASO SUECO
Es normal que en Suecia, un padre de
familia tome un curso sobre lo que representa ser padre. Esta práctica
podríamos aplaudirla hasta el cansancio, significa una responsabilidad social y
personal frente a una paternidad responsable. Las clínicas locales en regiones
Suecas reportan la asistencia normal de padres a sus cursos y la visita a la
biblioteca hace parte de esa oferta de formación para los padres primerizos.
Ann Bergström,
Bibliotecaria en Suecia más específicamente en Sundbyberg, expuso en el IX Congreso Nacional de
Lectura que cada año desarrolla en Bogotá Fundalectura,
cómo las niñeras de muchos de estos niños suecos entre los tres y diez meses,
separan citas para que sus padres asistan a las Bibliotecas a leerles
habitualmente. En esas visitas, cuenta Ann, las bibliotecarias y su personal de
apoyo aprovechan para contarles sobre el desarrollo del habla, la facilidad de
ir adquiriendo nuevo lenguaje con las letras y el importantísimo apoyo que su
rol de padre lector aporta para el crecimiento de estas criaturas. La
Biblioteca al final de la jornada de formación obsequia un libro ilustrado a
las familias y una lista de los libros que pueden adquirir para no perder el
hermoso hábito. Este programa tiene además un complemento espectacular, que
habla muy bien de lo que una nación preocupada por el desarrollo futuro de su
país hace por la infancia. Suecia tiene un premio anual llamado Bokjuryn, que
hace parte del Jurado Sueco del Libro que premia a las obras literarias
producidas en este país o que llegan a alimentar sus estanterías. Gran parte de
esta lista engrosa, desde una perspectiva de la sociedad civil, la intención de
compra que deben tener las bibliotecas públicas del mismo país. Una variante,
administrada por el Consejo Sueco de Libros para Niños, desarrolla cada año el
Jurado del Libro, una contienda donde los niños de toda Suecia votan por su
libro favorito. El requisito es tener entre cero y diez años y elegir de un
listado que se postula, por los propios niños, los libros favoritos para estas
edades. Dentro de las premiaciones a los que voten se encuentran libros o
visitas de escritores a sus instituciones educativas. Más de 40.000 eligen el
material que les encanta entre unas categorías acomodadas por edades y que
evidencian una relación diferente con la lectura y la primera infancia. Fuente: Fundalectura, Memorias del IX Congreso Nacional de Lectura.
ARCOIRIS DE COLORES EN PAMPLONA (NORTE DE SANTANDER)
Muy cerca de Cúcuta, en la frontera
nororiental de Colombia, una sencilla biblioteca pública con mucho ingenio y
convicción desarrolla un programa que nos enseña sobre la importancia de
leerles a nuestros hijos a pesar de las condiciones adversas que genere las
decisiones que tomamos como adultos.
El último domingo de cada mes, aunque sus
organizadores preferirían que fuese cada ocho días, los internos en el patio 2
de la cárcel de Pamplona, tienen un encuentro con sus hijos, pero también con
la lectura. Tratando de hacerle un pequeño quite a la realidad, internos,
esposas e hijos tienen a su alcance lecturas, rondas y juegos que los
Bibliotecarios del Municipio les acercan y que justamente los más pequeños son
quienes más lo disfrutan. Uno de los aspectos más interesantes de esta
estrategia es que no hace parte de la programación regular de la cárcel con sus
internos, es una iniciativa que comenzó con el préstamo de libros al que tenían
derecho los internos y que la Biblioteca Pública prestaba con diligencia. Poco
a poco se fue abriendo el corazón de la cárcel y de las familias que veían en
esta actividad una pérdida de tiempo y que ahora disfrutan con agrado. Ese día
el atavío de los niños incluye bufandas y guantes para el frío pamplonés, pero
también algunos cojines para irse sentando en la medida que llegan a visitar a
sus padres, alrededor de los libros y calentarse en una lectura humana y
sensible.
“En un primer momento pensé que no
iba a funcionar”
dice Lorena Corvera,
quien fuera Bibliotecaria de Pamplona en ese momento y quien además se hizo
merecedora al Premio Nacional al Mejor Plan de Fomento a la Lectura del
Ministerio de Cultura: “primero porque la cárcel tiene biblioteca
y por otro lado me imaginaba que los internos y su familia iban a ser apáticos
o no iban a recibir estos programas con agrado. Este proyecto ha forjado más
lazos de unión entre los internos, sus hijos y familiares y ha despertado el
interés por compartir y leer en familia. Los internos esperan el día viernes la
visita para la actividad de cine y las palomitas de maíz desde luego, pero
siempre anhelan la llegada del último domingo de cada mes”,
concluye.
La hora de la visita de los internos se
convirtió en un espacio de esparcimiento, unión familiar, risas, alegría,
colaboración, compartir, pero sobre todo un momento donde sueñan, fantasean y
se les olvida por un ratico el lugar donde se encuentran, donde aportan y
compensan el abandono de sus hogares con unos minutos de acercamiento
maravilloso con las palabras. “En una oportunidad uno de los
internos me dijo: Profe me da mucha alegría cuando la veo llegar, porque como a
mí nadie me visita yo me hago a la idea que usted me viene a visitar”,
confiesa Lorena con cierta nostalgia en sus ojos. Y es muy probable que la
única visita que tengan algunos presos sea a través de los personajes de los
libros. Dice Lorena que desde el inicio de Arcoíris de Colores, los internos han cambiado su actitud, son más abiertos,
expresan lo que sienten y participan activamente en todas las actividades,
habla con alegría de cómo tienen un mayor interés por seguir leyendo y
encontrar de esta una forma de compañía, que resulta la mejor si lo miramos de
otra forma. Arcoíris de Colores tiene el apoyo Instituto de Cultura y Turismo
de Pamplona, de la dirección del Inpec en este municipio, y de los pasantes de
comunicación social de la Universidad de Pamplona, pero sobre todo, la entrega,
puntualidad y colaboración de los internos y sus familiares que han hallado en
la lectura un nuevo sitio de encuentro donde son realmente libres. Fuente. Corvera, Lorena. Experiencias Significativas de Bibliotecas Públicas en Norte de Santander; Red Departamental de Bibliotecas; Organización Grow s.a..
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